ſaria la vnion corporal de los caſados. De aqui es, que en quanto à eſto, mas à de amar el marido à la muger, que al padre, y madre, y antes ſe à de viuir con ella, q̃ con ellos aunque ſus padres mandaſſen otra coſa. Y aßi queda prouado, q̃ ni la muger al marido, ni el marido à la muger deue tanto amor como à los padres, y à los hijos: pero deſpues de eſtos, ninguna coſa à de amar tanto el marido como à la muger, ni la muger como al marido, por que con ninguno tiene tan eſtrecha razon de vnion. Pues acerca deſte amor de los caſados ſe enſeña, que deſpues del amar â Dios ſobre todas las cosas, y à los padres ſobre todo amor an de amarſe los caſados. Y para eſto ſe pone el exemplo del anillo dorado, que ſe les pone à los caſados, que como el oro excede à los demas metales, aßi el amor reciproco dellos à de ſobrepujar à todos los amores humanos. Y al principio à los indios los velabamos con velo, arras, y anillos, y como ſe ſupo que auia diſpenſacion ſe dexò. Y por eſſo no ſe dirà aqui la explicacion de arras, y velo, ſino de los anillos, q̃ entre Eſpañoles ſe vſan. Aſe de notar, q̃ aunque aya algun exceſſo en amar mas à la muger que al padre, ò madre, ò à los hijos y muger, mas que à los padres, y àlos padres mas que a los hijos, no ſerà pecado mortal, como lo dize Fr. Luyz Lopez c. 53. con l. 386. afirmando ſer ſentencia de Fr. Pedro de Soto, y Aragon 22. 1. 26. art. 19. in fine. __
